
Es el màs cèlebre de los cuadros del pintor frances Jean Antoine Watteau, considerado su obra maestra y una muy buena representaciòn del rococó.
Es un cuadro del género de ilustración de las fiestas galantes. Esta obra se ha relacionado con un grabado de Tardieu. Representa una idea propia de la poesía francesa: un viaje a una isla de bienaventurados en la que reside el amor. Desde la Antigüedad , la isla de Citera tenía un templo dedicado a Afrodita , diosa del amor. La isla representaba así el símbolo de los placeres amorosos. Ahora bien, no se sabe si son parejas que emprenden el viaje hacia la isla o regresan de ella. Los historiadores del arte han llegado a una amplia variedad de interpretaciones de la alegoría del viaje a la isla del amor.La composición se lee de derecha a izquierda, desde la escultura de la derecha hacia la popa del barco, a través de la diagonal formada por varias parejas en distintas actitudes amorosas que ocupan el primer plano y se dirigen hacia una barca sobre la que dos pilotos se preparan para marchar.
Los colores de esta obra son bellos, predominando los cálidos dorados y rosas, que están acompañados del verde o el azul. Mediante contrastes y gradaciones de luz representa los rayos del sol que señalan el final del día. Esa claridad descendente le añade misterio al cuadro, pues confunde en cuanto a que no se sabe si han emprendido ya la peregrinación o no. No se puede determinar si las personas acaban de llegar a la isla o si, por el contrario, se preparan para abandonarla, a su pesar. Aún está sin responder la pregunta de si los amantes van a marchar a Citera o si regresan ahora de la isla del amor.
JEAN ANTOINE WATTEAU
